viernes, 30 de abril de 2010

PORQUE LA JAULA

Cuando empezamos a buscar las definiciones de la palabra jaula, nos dimos cuenta que etimológicamente proviene de la palabra jaole del francés antiguo, que derivo en la palabra geôle, que significa calabozo.

Según la Real Academia Española, una jaula es un “armazón, cerrado o no según los casos, hecho con barras o listones y destinado a encerrar animales”; o una “caja cerrada, con respiraderos, para transportar caballos, toros, etc.”; o en su acepción más coloquial, una “prisión (cárcel)”.

Cualquiera de estos términos supone la existencia del encierro. La jaula esta pensada para retener. La jaula esta pensada en un afuera y un adentro. Como dice la definición esta pensada para ser cerrada o no, según los casos. La jaula esta pensada.

Es algo vivo lo que retiene la jaula. Las jaulas poseen un bebedero y comedero para sus animales cautivos. Las jaulas poseen rejas para ver a los animales cautivos. Las rejas de la jaula están pensadas para durar más que la vida de los cautivos. Muchas jaulas están pensadas para ver morir a los cautivos.

Pero…

Así como se puede ver desde el afuera a los animales vivos cautivos, se puede ver desde el adentro. Desde el adentro se ve sesgado, una visión parcial del afuera. Pero el afuera también percibe una visión sesgada del adentro. La visión del afuera muchas veces es morbosa al observar morir a los cautivos.

Y así como la jaula y sus rejas están pensadas para durar más que la vida de los cautivos, muchas veces no pueden con su cometido zoológico de doblegar al instinto y a la voluntad animal. Muchas veces las voluntades de los cautivos persisten la muerte.
Porque estas voluntades se logran filtrar por entre las rejas, y los ecos que se escuchan de estos animales cautivos, no son ecos de encierro, sino anhelos de libertad. Estos anhelos de libertad se multiplican y resuenan en el afuera con más estruendo que dentro de la jaula: Rebotan como ecos de vida.

Y lo más importante…

Para encerrar a alguien en la jaula hay que meterlo. Y para meterlo tiene que existir una puerta. Una puerta de rejas.

Y a diferencia de las jaulas, cuyo único cometido es encerrar algo vivo, las puertas tienen varias funciones: o se cierran, o se abren y se atraviesan.